Hogares de acogida en Paraguay: retos y realidades en la protección infantil

Paraguay enfrenta una crisis en su sistema de hogares de acogida, con solo 38 centros disponibles y una creciente necesidad de familias que puedan recibir a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Mientras tanto, el gobierno busca alternativas para mejorar la calidad de vida de estos menores.

El sistema de hogares de acogida en Paraguay atraviesa una situación crítica. Actualmente, existen solo 38 hogares de acogida que están operativos en el país, un número que ha disminuido debido a la depuración de centros que no cumplían con los requisitos establecidos por el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia. De los menores en situación de vulnerabilidad, 787 están alojados en albergues, mientras que únicamente 97 se encuentran bajo acogimiento familiar.

La ley Nº 6486, que promueve y protege el derecho de los niños a vivir en un entorno familiar, ha puesto en jaque a las instituciones, las cuales deben transformarse para cumplir con la nueva normativa que limita el número de niños por hogar a seis. Sin embargo, este proceso ha generado una serie de complicaciones, ya que no existen suficientes familias acogedoras registradas para absorber la demanda de los menores que necesitan ser trasladados.

A pesar de los esfuerzos del gobierno, incluyendo la promulgación de decretos para regular estos cambios, la realidad es que la mayoría de los hogares operativos están superpoblados y enfrentan serias limitaciones en recursos. Esta situación se ve agravada por la falta de apoyo estatal continuo, con solo unas pocas instituciones recibiendo respaldo financiero del Congreso o del Ministerio de Hacienda.

El desafío que enfrenta el país es lograr no solo incrementar el número de familias dispuestas a acoger a estos menores, sino también mejorar los procesos judiciales que permiten la adopción y asegurar que los niños no regresen a un entorno de vulnerabilidad. Mientras tanto, los hogares de acogida existentes hacen lo posible por brindar un espacio seguro, aunque la incertidumbre sobre su futuro continúa siendo una preocupación central.

Fuentes: Última Hora, La Nación.