Aumento Alarmante de Denuncias por Violencia Familiar en Paraguay y la Ineficiencia en la Investigación de Feminicidios
Entre 2015 y 2023, las denuncias por violencia familiar en Paraguay se incrementaron un 243%, con un total de 34.898 casos registrados solo en 2023. La reciente plataforma de Datos Abiertos del Ministerio Público revela cifras alarmantes y un preocupante caso de negligencia en la investigación de feminicidios.
Este tipo de violencia, que incluye daño físico, psicológico, sexual, amenazas, coacción y privación de libertad, se ha convertido en el delito más denunciado en Paraguay durante el último año. En el extremo más grave de esta problemática, el feminicidio representa la forma más extrema de violencia contra la mujer. La plataforma de Datos Abiertos reporta que, entre enero y diciembre de 2023, se registraron 45 feminicidios en el país, con víctimas de entre 12 y 70 años y agresores de 18 a 82 años.
El Departamento Central lidera las estadísticas de violencia familiar con 14.605 casos, seguido por Asunción con 4.757 y Alto Paraná con 3.546. Otros departamentos con cifras significativas incluyen Caaguazú (1.747), Itapúa (1.549), Cordillera (1.483) y San Pedro (1.339). Estos datos subrayan la gravedad de la situación y la necesidad urgente de una respuesta efectiva.
La plataforma de Datos Abiertos del Ministerio Público busca promover la transparencia y la participación ciudadana al ofrecer datos reutilizables para diseñar políticas públicas y soluciones innovadoras. Sin embargo, a pesar de la disponibilidad de estos datos, las políticas públicas enfocadas en la prevención y atención de la violencia de género aún presentan deficiencias significativas.
Un caso emblemático de la falta de eficacia en la investigación es el de Melisa Fleitas, una joven de 18 años que desapareció en agosto de 2017 en Ypacaraí. A pesar de ser vista por última vez en compañía de su pareja, Jaime Fernández Vera, las autoridades mostraron una falta de interés y acción, lo que llevó a la comunidad y a los medios de comunicación a intervenir. La falta de respuesta de las autoridades permitió que la investigación se demorara durante un año, durante el cual se realizaron varias búsquedas y se encontraron evidencias cruciales que fueron ignoradas.
En octubre de 2018, tras una persistente presión de los colectivos feministas, se descubrió una fosa en el patio de la vivienda de la pareja, que contenía restos humanos. A pesar de las evidencias, la investigación siguió estancada debido a la inoperancia de las autoridades, como la fiscal Soledad González y su sucesora Milena Basualdo, quienes fueron acusadas de negligencia.
El caso de Melisa Fleitas pone de manifiesto la ineficiencia y la falta de compromiso de las instituciones encargadas de proteger a las mujeres en Paraguay. A casi cinco años del asesinato, la causa sigue sin avances significativos y los responsables siguen sin ser llevados ante la justicia. La tragedia de Fleitas resalta la urgencia de una reforma en las políticas y prácticas relacionadas con la violencia de género en el país.
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