Paraguay en llamas: Más de 11.000 incendios en 2023 ponen en peligro nuestros bosques

Los incendios forestales en Paraguay son una amenaza constante para los ecosistemas y las comunidades. Según datos del Instituto Forestal Nacional (INFONA), en 2023 se registraron más de 11.000 focos de calor activos, superando los números de años anteriores. Agosto fue el mes más crítico, con más de 1.950 incendios, lo que muestra la gravedad de la situación.

 

En 2020, los fuegos activos superaron los 10.000, una cifra muy alta en comparación con 2019. Aunque en 2021 y 2022 hubo una leve disminución, 2023 volvió a marcar un récord. Pero los números no solo hablan de la cantidad de incendios, también de las áreas afectadas. En 2020, más de 3.494.109 hectáreas fueron quemadas, una superficie casi cuatro veces mayor que la ciudad de Asunción. Aunque en 2023 el área quemada fue menor (1.119.096 hectáreas), sigue siendo un número preocupante.

 

La pérdida de bosques afecta el ciclo del agua, lo que repercute en la disponibilidad de agua potable, la agricultura y la energía hidroeléctrica. Además, los incendios liberan gases de efecto invernadero, empeorando el calentamiento global. Las causas de los incendios son variadas: el cambio climático, con sus sequías y temperaturas altas, crean condiciones perfectas para el fuego. También influyen en la deforestación, las prácticas agrícolas inadecuadas y la falta de control en las quemas.

 

Según  el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) de Paraguay, las consecuencias de estos incendios son devastadoras tanto para el medio ambiente como para las personas que dependen de los recursos naturales. La pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y el aire contaminado son problemas a largo plazo. Además, los incendios causan pérdidas económicas en sectores como la agricultura, la ganadería y el turismo. 

Proteger nuestros bosques es responsabilidad de todos. Denunciar incendios, participar en reforestaciones y exigir a las medidas políticas efectivas son formas de ayudar. Aunque la situación es grave, aún podemos actuar a tiempo. Con esfuerzos coordinados, podemos salvar nuestros bosques y asegurar un futuro más sostenible.

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